La literatura, es decir, el arte o el oficio de las letras, tiene distintas funciones. Entre ellas están el registrar el conocimiento y conseguir el entretenimiento. La verdad y la belleza. Estas dos cosas son un bien pero la belleza también sirve para engatusar a la verdad. La literatura ensayística nos ofrece conocimiento y como efecto secundario placer, la literatura literaria al contrario nos produce goce estético y como efecto secundario quizá conocimiento pero quizá también error y engaño. La literatura literaria como tiene el privilegio de que no se le pide correspondencia con la verdad de los hechos acaecidos es un arma de propaganda de primera magnitud. Un ejemplo de ésto es la novela que leí hace pocos días Banderas en la niebla de Javier Reverte.